Como conclusión me queda una perogrullada que a veces necesita comprobarse: qué difícil que es cantar. Sobre todo con estas dos obras, que no son moco de pavo. Y también el amor de los españoles por el tango. A pesar de bajar del escenario con la sensación (supongo que basada en la realidad) de haber hecho mierda "Yira, yira", muchos me felicitaron y me dijeron que les encantó el tango, sobre todo porque se notó mucho mi acento argentino. Y sí, no es lo mismo que canten ellos o que cantemos nosotros "cuando estén secas las pilas de todos los timbres que vos apretás..."
Por suerte o por desgracia o por ambas cosas, no quedaron registros de mi actuación. Aquí pueden ver un video de Discépolo y Gardel hablando de "Yira, yira" y después al Zorzal cantándola un poquito bien.
PD: Después me fui a dormir y me levanté con buenas noticias.

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