lunes, 8 de octubre de 2007

Mi Superclásico más raro

El fin de semana estuve en Ciudad Real, capital de la provincia homónima situada al sur de Madrid. A 56 minutos en tren, un fabuloso tren que no es el AVE (Alta Velocidad) pero se le parece, es uno especial de Renfe, la empresa ferroviaria de aquí. Llegué de regreso a la Puerta de Atocha ayer a las 19.13, es decir, trece minutos después del horario pautado para el comienzo del partido más importante del fútbol mundial. No bien llegué, me tomé el metro hasta Príncipe Pío, un centro comercial donde está el local madrileño de "Locos por el fútbol", el bar temático argentino. Entre el trasbordo y la menor frecuencia de coches por ser domingo, llegué allí a las ocho menos cuarto. Y todo para que un patovica pelado y extranjero (no dominaba muy bien el español, tenía pinta de ser de Europa del Este) me dijera:

-Diez euros, con dos bebidas.

¡Diez euros! ¡Y sólo para ver el segundo tiempo! Me pareció demasiado. Para colmo, le pregunté qué ponen.

-Boca... -y se quedó callado, presa de la duda acerca de cuál demonios era el otro equipo.
-River -le dije.
-Eso. River.

Me di media vuelta y me fui de nuevo al metro, rumbo a La Latina, donde una estimada colega (que me escribió un mail luego de leer el post anterior) me dijo que vio el partido del año pasado. Un barcito en una esquina, me dijo. No era un dato muy preciso, en un barrio (y una ciudad) donde uno levanta la vista y ve un bar. Sólo en Antón Martín, hay más bares que en toda Noruega. Fui a La Latina, di vueltas y vueltas y cuando ya estaba casi desesperanzado, la pantalla de plasma del bar Cantalejo, en la esquina de la calle de Toledo y la Cava Alta, me mostró al Burrito Ortega llevando la pelota y esos raros pantaloncitos blancos que usa River desde que yo me vine. Me sentí afortunado, aunque ya hubiera empezado el segundo tiempo. Eran las ocho y diez. Entré, me acomodé en la barra y pedí una caña. Me la sirvieron con una tapa de bolitas de papas, papas fritas y unos pedacitos de chorizo. Me saldría menos de diez euros, sin dudas.

Había un problema: el televisor estaba sin sonido, y la transmisión (la misma que en Argentina, emitida por TyC y tomada por una señal de Canal Plus) omitía el videograph del resultado y el tiempo de juego. Es decir, no sabía cuánto faltaba para que el partido terminara y, lo peor de todo, no sabía cuánto iba. Le pregunté a uno de los mozos, que me dijo: "Creo que gana el River, vi que hizo un par de goles, dos guapos goles, pero la verdad que no sé".

Con esos datos mínimos, me puse a mirar el partido. Pero a cada minuto dudaba más, hombre de poca fe, de la palabra del camarero, porque River era el que iba para adelante, dominaba la pelota, y Boca no hacía nada. No atacaba, no reaccionaba. Era River el que parecía necesitar el gol. Y se los perdía. El partido fue bastante pobre, casi no vi chances frente a los arcos. Pero Boca no hacía nada de nada. Bueno, sí, pegaba patadas. Y no podía parar al chiquitín Buonanotte. Pero River tampoco parecía desesperado, así que lo más lógico parecía que fueran empatados. En un momento la cámara se detuvo unos cuantos minutos en la tribuna de Boca, y la hinchada cantaba, parecía feliz. Eso casi me convenció de que la cosa estaba empatada. Ellos festejan mucho los empates contra nosotros. Evidentemente, sacarnos un punto en nuestra cancha ya es toda una hazaña.

Y así, mientras yo me comía los codos de los nervios sin saber cuánto iba el partido, y creía que si River metía un gol debía festejarlo mucho porque iba a ser decisivo, fueron pasando los minutos.

Un detalle que no mencioné hasta ahora: nadie más que yo miraba el partido. A nadie parecía interesarle. Junto a mí se lamentaba un madrileño hincha del Aleti, que acababa de perder por paliza contra el Barsa, y que de pronto y no sé a cuento de qué se puso a despotricar contra Raúl:

-Es un inútil.
-Está mayor -le respondió una interlocutora, hincha del Real Madrid, quien un minuto antes le había dicho que prefería que ganara el equipo de Messi antes que el de Agüero y Maxi Rodríguez.
-No, no está mayor: es un inútil.

Y así pasaron los minutos, y yo sin saber cuánto faltaba, hasta que se cumplieron los 45 minutos desde el momento en que yo llegué y, no quedaba otra, la cosa se terminaba. Y entonces Passarella hizo los cambios, y salieron Buonanotte y Ortega y las sonrisas en sus caras y los abrazos en el banco me hicieron decir "eso no puede ser por un empate", y enseguida el partido se terminó y por fin apareció el videograph: River 2 - Boca 0, y la verdad que me sorprende todavía haber visto a ese Boca tan inexpresivo y soso y sin alma.

De pronto recordé más de un superclásico en Los Angelitos, en Varela, ganado por Boca, y yo rodeado de bosteros que no paraban de gritar, y yo ayer disfrutando de otro de estos triunfos cada vez más habituales, entre el silencio y la indiferencia de un bar que se preparaba para el partido del Madrid, que comenzaría inmediatamente después.

-¿Qué era, la final de la liga? -me preguntó el mismo mozo de antes al ver que todo River se abrazaba en el medio del campo y que el Monumental era una fiesta.-No -le respondí-, es el partido más importante de la Argentina.

Le hubiera dicho la verdad, que es el más importante del mundo, pero creo que no me habría entendido. Le pagué el euro con veinte que me costó la caña y me volví a casa, feliz.

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PD: Debido a todo lo que conté, recién ahora, cuando me conecto a internet, me entero de que Boca jugó con uno menos el segundo tiempo. No cambia en nada mis comentarios. Ni mi alegría, je je.

6 comentarios:

Ramiro dijo...

Es así Cris! Boca no esistió! No jugó a nada y River lo pasó por arriba, con lo poco que tiene River por estos días. Mientras, el Dani en un auténtico superviviente: cuando parece q se ahoga sale a flote unos minutos más. Sorprende q Boca no se haya aprovechado de una defensa a la que le hicieron 11 goles en 3 partidos. E Independiente no aprovechó la oportunidad de despegarse de la punta xq perdió con Niuls. Esto es un tembladeral: todos pierden contra todos!
Reportando, desde Bs.As., RAU.

Un abrazo grande!

Anónimo dijo...

Cris, la causa de la derrota xeneize, la clave de la victoria millonaria no está en las actuaciones de Ortega ni de Buenanotte (suerte para ustedes que cambio de representante porque si no, no jugaba nunca más en River... Si no sos de Fernando Hidalgo, en River no jugás... Otro logro del impresentable de Aguilar)... La clave hay que explicarla en japonés, como bien dijo el compañero y amigo Fabricio Soza: la comisión directica decidió achicar a dos los entrenamientos semanales porque puso profesores full time de japonés para todo el plantel. Se entiende: cuatro viajes en los últimos siete años, ameritan tal apuesta. Es hora que nuestros jugadores aprendan bien el idioma.

Arigató

Leo Bachanian

Carimero dijo...

Me gustó la crónica. Más que nada porque también padecí esa incertidumbre en no saber el resultado del partido enmás de una ocasión. Ah, aguante el Atlético Madrid.

Nachito Barrón

Redacción dijo...

(a ver, bonito, que en la latina hay un solo mercado...
no sobraban, acaso, referencias?)
a nosotros esta vez nos pilló -con perdón- en chile, en santiago, con amigos, asado y vino tinto.
deberías haber visto la cara del hombre de esta casa. y la mía, claro.
vamo lo millo!
g.

pd: leito, mis respetos. -y mi más sentido pésame-.

Cristian Vázquez dijo...

Leíto, es evidente lo que decís de que pasan demasiado tiempo estudiando y meditando... Lo necesitan para seguir inventando excusas cada vez que pierden contra nosotros...

g., es cierto que hay un solo mercado, pero no lo conozco y llegué sobre la hora y no quise ponerme a preguntar por un mercado. Además había que cruzar una plaza... en fin, la cosa que lo vi. Mi pésame también para el hombre de esa casa.

Francisco Martínez dijo...

excelente crónica, como siempre no vi el partido -no me pareció relevante, ninguno de los dos pelea el campeonato en serio y tampoco veo partidos casi- pero me encantó esa incertidumbre sobre qué carajo pasaba... ( y te pasaba )

Viva la derrota de Los Pumas (Garcas)

Saludos platenses