lunes, 1 de octubre de 2007

En busca del fútbol argentino

Quiero ver el fútbol argentino por TV y no sé dónde hacerlo. Ayer di unas vueltas y sigo sin encontrar un lugar. Tengo que averiguarlo antes de este domingo, cuando se juegue el Superclásico. Sí o sí.

Me entero de las alocadas noticias de esa balsa a la deriva que es River: lo agarra una correntada buena y gana con goleada y golazos, pero a la menor inestabilidad del agua se desarma y hace un papelón contra Tigre. Es una pena que Passarella y Aguilar nos hayan acostumbrado a pasar papelones. Pero bueno, se lo sufre a la distancia. Y el domingo espero poder sentir el River-Boca en directo desde algún bolichito madrileño.

La última noche que estuve en Valladolid, durante las fiestas de la ciudad, me puse la camiseta de River. Fuimos a un puesto de comida argentina, donde había absurdas ofertas llamadas "Pelotudito" y "Boludito", y un compatriota que atendía me hizo una referencia a que la mía era la ropa que usaban Medina Bello y Corti. En efecto, mi camiseta tiene la publicidad de Sanyo, que River usaba hace como diez o doce años. Después iba yo con dos personas por calle y, de pronto, nos salió al cruce un chico. No tendría más de 20 años de edad.

-Por tener la de River, los invito a unas cañas -dijo.

El chico fue hasta la caseta en la que trabajaba y al minuto volvió con tres vasos de cerveza, que nos regaló. Me contó que es de Mendoza, pero que hace ocho años que vive en Valladolid, y también viaja mucho a Santander. Ya perdió su acento argentino y habla un "mezcladito", como tantos de los que se radican en otras tierras.

A mí, con tan poco tiempo en España, ya me pasa que cuando estoy hablando se me cruzan por la cabeza expresiones españolas. Por ejemplo, una vez hablaba de que algo era caro, dije "cuesta..." y antes que "un vagón de guita" se me apareció la frase "una pasta". O en palabras que tengo que usar a la fuerza para que se me entienda, como "el bordillo de la acera" en vez de "el cordón de la vereda", "zumo de melocotón" en lugar de "jugo de durazno" o "camiseta, jersey y chaqueta" en vez de "remera, pulóver y campera". Cada vez que pasa algo así, recuerdo las amenazas de mis amigos sobre la posibilidad de que cuando vuelva haya perdido mi acento argentino y hable como un español. Espero que para evitarlo no tenga que llegar al límite de practicar argentino cada noche antes de dormir...

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