jueves, 6 de septiembre de 2007

¿"Recova"? ¿Álvaro...?

1

–¿Eres argentino?

Me sacó la nacionalidad con sólo escucharme hacerle una pregunta. Le dije que sí, y me preguntó si había ido a ayudar a Eva Dam Jensen con una traducción de cuentos de Borges en la que ella está sumida desde hace tiempo y que le estaba generando algunas dudas.

Era en la Facultad de Humanidades de la Universidad de Copenhague, una institución por supuesto pública que es (al igual que casi todas las instituciones de este país) una maravilla. Yo había ido a buscar a Eva, un contacto que me habían pasado cuando estaba en la Argentina, y ahora nos habíamos desencontrado. Quien me preguntaba si yo provenía de las lejanas tierras del autor de Ficciones era el profesor español Ángel Álzaga.

–No –le respondí–, pero si la puedo ayudar en algo, con gusto.

2

Al día siguiente pude encontrarme con Eva. Le comenté el episodio anterior y se rió, y luego me comentó sus dudas:

–¿Qué es “recova”?

Lo que me vino a la mente fue, desde luego, Álvaro Recoba, el futbolista uruguayo. Pero me puse a pensar y me di cuenta de que sí, lejanamente, me sonaba la existencia de la palabra “recova” (con ve corta). Y que, también lejanamente, me sonaba a una construcción, como una especie de… Di unas vueltas y me expliqué tan mal que no me entendió nada. Ella me explicó que Borges usa esa palabra en “La muerte y la brújula”, y que la definición del diccionario (“lugar público en que se venden gallinas y otras aves domésticas”) no le alcanzaba para captar el sentido de la frase.

La otra duda era si “la quinta de Triste-le-Roy”, lugar donde transcurre la escena final del cuento, se refiere a una quinta ubicada en un sitio llamado Triste-le-Roy o si la quinta es propiedad de una persona llamada Triste-le-Roy.

Después hablamos de muchas otras cosas. Antes de despedirme, le prometí que si podía aclararle algo con relación a sus dudas, le avisaría.



3

La universidad de Copenhague no sólo es totalmente gratuita, sino que además los jóvenes reciben un subsidio para estudiar. No sé la cifra, pero sí que son unas cuantas miles de coronas (unos cuantos cientos de euros, digamos). Disconformes con ello, muchos trabajan a la par de que estudian, y eso genera que las cursadas se les prolonguen un poco.



En parte gracias a esa ayuda, los jóvenes se van muy pronto de sus casas. Entre los 16 y los 18 años, abandonan a sus padres y se van a hacer su vida por ahí. Las relaciones familiares son muy frías: se visitan poco, hay que avisar previamente, las efusividades latinas quedan muy lejos. Y si alguien va a comer a lo de sus padres y no lleva nada, debe dejarles dinero, para cubrir sus gastos.

Le pregunto a Eva si el nivel académico de la universidad es bueno. Me dice que sí, aunque desde hace unos años (“este gobierno de mierda”, dice en su perfecto español con acento nórdico) se le da más importancia a la administración que a la docencia. “Un profesor como yo gana unas 350 mil coronas al año, y el decano gana un millón y medio. Eso no puede ser”, dice. Traduzco: un profesor gana 47 mil euros anuales. El decano, 200 mil.

4

Busco el cuento. Borges dice: “Ya en el estribo del cupé, el último arlequín garabateó una figura obscena y una sentencia en una de las pizarras de la recova”.

Google me ayuda con descripciones e imágenes, y le escribo a Eva un mail en el que le copio algunos links. Ella me lo agradece; seguramente la versión danesa de Google no muestra enseguida la Recova Vieja del siglo XIX de Buenos Aires.

Ese fue mi pequeño aporte a la difusión de la obra de Borges y la literatura argentina en Dinamarca.

Igual, si mañana vuelven a preguntarme por “recova”, seguro que lo primero que se me cruzará por la cabeza será: “¿Álvaro…?”

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cris, dos cosas:

1º: Estás en condiciones de pedir tu porcentaje en concepto de "derecho de datos de recova" a la senora escritora.

2º: El muchacho que aparece en el último de los videos sobre Copenhague que están en la columna de la derecha, es claramente la versión escandinava de Quique Hrabina. Y si le ponemos ganas, el muchacho de arriba no es otro que Elio Rossi, aunque sin los clásicos tiradores.

Abrazo

Leo Bacha

Unknown dijo...

¡Hola Cris(tian)!
Esta entrada es lo primero que leo de ti. Me gusta tu estilo escribiendo.

A ver si actualizas pronto.